top of page
blondine_Nanette.jpg

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN LITERARIA:

 

 PROSTITUCIÓN Y CIBERSEXO

EN DOS CUENTOS DE MÓNICA MARCHESKY: Blondine Y

Sentidos alterados

 

  Alfredo Ubal Chavez

C. I.: 4.938.645-3

  

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN LITERARIA - 2018

Profesores: Roger Mirza, Pilar de León, Stefan Martchenko

Letras, FHUCE

blondine.jpg
el pavo verde.jpg
La Ciencia ficción avisa y no traiciona.
                El objetivo de este trabajo es abordar la temática del cibersexo, una actividad cada vez más habitual cuyas consecuencias –derivadas del abuso– afectan específicamente a ciertos sectores sensibles de la sociedad. Se pretende, desde un enfoque literario, hallar puntos de contacto entre estudios académicos y algunas particularidades presentes en personajes de cuentos nacionales. La necesidad de que la narrativa sea uruguaya obedece a un objetivo secundario, que es el de extrapolar el fenómeno globalizado que llamaré "la virtualidad del sexo" a un entorno local.
                He encontrado en dos obras literarias de Mónica Marchesky elementos que tienen que ver con el cibersexo, planteando, en clave de ciencia ficción, la problemática adyacente a una posible normalización de tal práctica, al punto de considerársela socialmente aceptada.
                Blondine es uno de los cuentos a analizar, cuyo título el lector poco atento consideraría epónimo. Empero, debe tenerse en cuenta que la protagonista del cuento se llama Blondine-3. El misterio está servido desde el principio: ¿qué significa ese "-3"? La narradora no se molestará en arrojar luces al respecto (más allá de lo que se logre interpretar con la mera lectura), así que el sugerente título puede ser considerado simbólico también. En este proyecto se hará una hipótesis acerca de lo que podría representar esa terminación numérica.
                El otro cuento es Sentidos alterados. Las palabras del título emblemático se localizarán casi literales en los dos personajes masculinos que son, en la narración, los únicos dos cuya capacidad de sentir importa al desarrollo de la trama. Es esa misma amplitud de sensaciones distorsionadas la que repercute en sus comportamientos erráticos y solitarios, que los hacen fuentes inestimables para la comprensión del fenómeno llamado cibersexo.
                El proyecto literario conocido como Ruido Blanco nació en el año 2013. Fue el resultado de una convocatoria realizada por Enrique González, organizador de la Feria Tecnológica que se celebra desde aquel entonces en el LATU. Se presentó en dicho evento la antología de cuentos de Ciencia ficción uruguaya Ruido blanco, cuya edición anual es el bastión del subgénero en la actualidad.
                Una de las integrantes y fundadoras del proyecto es la antes nombrada Mónica Marchesky. Esta poetisa, novelista y ensayista salteña radicada en Montevideo ha participado con cuentos en todas las ediciones de Ruido Blanco. Además, dirige talleres y exposiciones con el fin de sumar lectores de ciencia ficción vernácula y escritores al proyecto.
                Alicia Semiglia tiene palabras llenas de retrospección hacia el emprendimiento, emanadas tras la lectura de una de esas antologías (la edición número 3, puntualmente). En el párrafo que citaré a continuación, Semiglia evoca los años de la adolescencia y primera juventud. Tal remembranza no puede ser casual: es harto conocido que, sea por menores prejuicios o mayor curiosidad, dichas edades son las que más han sumado adeptos a la ciencia ficción y la literatura fantástica.
 
Se establece el pacto, sus textos lo permiten. Pero no solamente nos quedamos complaciendo a aquel lejano adolescente que llevamos dentro, que nutría su imaginación con "cómics" y libros que según nuestros padres eran historias "extrañas". Con el tiempo fuimos advirtiendo que esas historias, además de entretenernos, nos atrapaban, porque nos reconocíamos en sus personajes, porque calaban nuestra propia naturaleza [...] (Semiglia, 2016, 266).
               
                El término "cibersexo", de origen anglosajón, designa una práctica cada vez más común en las generaciones del presente. Aún no existe una definición de la Real Academia Española de dicho neologismo, como sí la hay de "cibernética" o "ciberespacio" (término este último inventado por William Gibson, casualmente escritor de ciencia ficción). Priorizando el generar un primer acercamiento al objeto de estudio, tuve que valerme del diccionario online de la Universidad de Oxford:
 
Sexual arousal using computer technology, especially by wearing virtual reality equipment or by exchanging messages with another person via the Internet.
‘more people seemed to be in a mood to talk about cybersex’
‘I have had cybersex several times’ 1
 
                Es factible, incluso, confinar la cuestión a un entorno local. El contexto de las obras bien se puede ubicar en un Montevideo futurista: en Sentidos alterados tenemos claras alusiones a la ciudad. En Blondine no las hay, empero, la imaginación del lector puede apelar al objetivo del emprendimiento, expresado tácitamente, que es priorizar la "uruguayez" de sus autores. En las diferentes ediciones de Ruido Blanco hallaremos que muchos de los cuentos de Marchesky y otros están ambientados en entornos rioplatenses. Aunque parezca irrelevante a simple vista, un ejercicio tan sencillo como el mencionado impide el extrañamiento ante una realidad como es la virtualidad del sexo.
                Valiéndome de estudios hechos por especialistas en España, intentaré establecersimilitudes entre los resultados de los mismos y la conducta de dos personajes masculinos: Ralph124C41+, de Blondine; y Drive, de Sentidos alterados. Será de vital importancia –porque la propia narradora se encarga de resaltarlo– el rol que juegan las prostitutas virtuales de ambas obras: Blondine-3 y Nannette respectivamente, así que me ocuparé de analizarlos como objetivo secundario. Otro objetivo secundario apunta a los practicantes habituales de cibersexo, y tiene que ver con el aumento del consumo de alcohol y/o el desarrollo de modos de vida específicos, corroborados  por los estudios y notablemente reflejados en ambos cuentos.
                La actividad sexual desarrollada a través de Internet o mediada por elementos tecnológicos está ejerciendo una importante influencia en el presente. De nuevo los literatosven más allá de la superficie de una sociedad que suele rechazar en principio sus obras (nótese además la marginalidad del género ciencia ficción, tantas veces tachado de "poco serio"), pero que luego las reconoce como denunciantes de mecanismos claves en su realidad intrínseca. Sea este trabajo un pequeño aporte, en plan valorativo, de la obra de Mónica Marchesky.
               
Fuentes.
                Los textos con rigor académico que se han escrito sobre la obra de Marchesky están en el catálogo de Tenso diagonal, un proyecto nacional orientado a la literatura fantástica y de ciencia ficción. Si bien este trabajo de investigación pretende tener un sesgo más sociológico o psicológico que estrictamente literario, es inevitable la lectura pormenorizada de los artículos publicados en las revistas Tenso diagonal escritos por Mariana Moreira y Alicia Semiglia; y un capítulo del libro Configuraciones del desvío. Estudios sobre lo fantástico en la literatura latinoamericana, escrito por Virginia Frade. Todas ellas fueron fuentes secundarias muy valiosas para comprender el estado de la cuestión, además de delimitar la influencia de Marchesky en la escena literaria y crítica local.
 
                En el año 2014 un equipo de psicólogos, procedentes de las universidades de Valencia y Jaime I (España), realizaron una serie de estudios orientados a detectar el alcance del cibersexo en adolescentes hombres y mujeres: "Internet, cibersexo y consumo de alcohol: estudio preliminar en adolescentes" y  "Exposición involuntaria: impacto en usuarios y no usuarios de cibersexo". Publicados en la Revista INFAD de Psicología, tales estudios permitieron establecer que los jóvenes que habitualmente consumen contenido sexual en
1 La excitación sexual mediante la tecnología informática, especialmente al usar equipos de realidad virtual o al intercambiar mensajes con otra persona a través de Internet.
"Más personas parecían estar de humor para hablar de cibersexo"
'He tenido cibersexo varias veces'. (La traducción es mía)
internet adoptan ciertos hábitos de conducta que pueden derivar al desarrollo de adicciones. Dado el objetivo del presente informe, me centraré en tres temas fundamentales:
a. El consumo abusivo de internet y cibersexo se relaciona con distintos aspectos del consumo de alcohol.
b. La diferencia entre "Exposición voluntaria" al contenido pornográfico de internet (cuando se accede con miras de obtener una gratificación sexual) y "Exposición involuntaria" (cuando el acceso se genera de manera accidental) y sus efectos en los adolescentes.
c. El consumo de cibersexo es mayor en hombres, lo que plantea la incógnita de si es una cuestión de género.
               
                Es de lamentar la imposibilidad de contar con textos escritos bajo la tutela de universidades europeas o norteamericanas. Algunos artículos en línea (protegidos por instituciones como la Universidad de Edimburgo, por ejemplo), pudieron haber enriquecido el contenido de este informe. Es el caso de "Cybersexualities: A Reader on Feminist Theory, Cyborgs and Cyberspace", escrito por Jenny Wolmark para el compendio Cybertheory for the Twenty-first Century. A challenge, editado por Sheryl N. Hamilton en 1999. Otro texto con el que hubiese querido contar fue  Transgressing Women. Space and the Body in Contemporary Noir Thrillers, escrito por Jammaluddin Aziz y editado por la Universidad de Cambridge en 2012.  
 
                Para el análisis de ciertos aspectos literarios como características del género narrativo, título, narrador y focalización, me basé en las nociones recogidas por teóricos como Miguel Ángel Garrido (Nueva introducción a la Teoría de la Literatura) y Gérard Genette (Nuevo discurso del relato). En cuanto a los comentarios hechos en relación a la ciencia ficción, encontré interesantes aportes en Teoría de la Literatura de Ciencia Ficción: Poética y Retórica de lo Prospectivo, del español Fernando Ángel Moreno.
Estado de la cuestión.
                Los últimos años han visto multiplicarse los estudios académicos sobre el fenómeno del cibersexo, y mientras doctores en el área de la Psicología como Rafael Ballester Arnal y su equipo comienzan a hablar de la adicción a esa práctica como una "nueva patología" (2010, 1048), autores de ciencia ficción como Mónica Marchesky la describen como un hábito normal y aceptado por la sociedad del futuro.
                A pesar de que la población uruguaya no está exenta a los peligros que puede acarrear la adicción al cibersexo, he de manifestar que mis esfuerzos por acceder a material académico sobre este tema fueron infructuosos. Este proyecto de investigación literaria pretende señalar la necesidad de que se hagan estudios sobre el comportamiento sexual de los niños y adolescentes uruguayos, y cómo influye en él su relación con internet.
 
Análisis literario (introducción)
                La propuesta central de este trabajo es analizar varios párrafos de dos cuentos para denotar caracteres en personajes femeninos y masculinos, los cuales podrán ser trasladados a otros textos de rigor académico. Se pretende con esto sacar una serie de conclusiones que permitan reflexionar sobre la realidad de nuestra sociedad actual y la del futuro cercano. Sin embargo, al tratarse de una investigación literaria es menester cumplir las formalidades de un análisis como tal, que incluya la base teórica de referentes en el área.
                La antología Ruido Blanco, que se publica año tras año y que va por su sexta edición,  es hoy por hoy la única fuente de novedades para la producción literaria de ciencia ficción hecha por autores nacionales. Si lo comparamos con esa característica disruptiva tan propia de la posmodernidad, podemos afirmar que Ruido Blanco tiene una perspectiva clásica del género narrativo, que no contradice en absoluto los parámetros establecidos por Miguel Ángel Garrido, por ejemplo. Dice este teórico español, concordando con Fernando Lázaro Carreter: "[...] toda persona que se pone a escribir literatura lo hace en un molde que ya conoce" (Garrido, 2004, 309) y, por su cuenta: "Los lectores también se acercan a la obra literaria por la mediación de un género" (Íd). Hay en Blondine una extraordinaria muestra que serviría como ejemplo de la primera cita: el personaje masculino llamado Ralph124C41+, clara referencia a la novela homónima de Hugo Gernsback editada en magazines desde nada menos que 1911. Quien toma entre sus manos cualquier entrega de Ruido Blanco estará en lo cierto si entiende que tendrá a su disposición un conjunto de típicos cuentos. La narradora, en el caso de Blondine y Sentidos alterados, es a todas luces omnisciente.
                Los cuentos de Ruido Blanco, como ya se mencionó, son pura y exclusivamente de ciencia ficción. A lo largo de la lectura de este proyecto de investigación se harán algunas menciones al menosprecio que ha sufrido históricamente la ciencia ficción literaria en su pugna por el reconocimiento. Para Fernando Ángel Moreno, este desdén de las "altas esferas" artísticas es un fenómeno tan importante que lo analiza antes que cualquier otra cosa en su Teoría de la Literatura de Ciencia Ficción, contrastándolo notablemente con el ya consagrado (a pesar de ser más reciente) cine de ciencia ficción.
 
En la actualidad, el cine de ciencia ficción goza de excelente salud con frecuentes éxitos de taquilla y, de vez en cuando, incluso de crítica. Por el contrario, la ciencia ficción literaria ha adolecido –década tras década– de una preocupante falta de lectores (Moreno, 2010, 4).
 
                No está dentro de las posibilidades de este breve trabajo el tratar un tema tan profundo como el rechazo hacia un género de la narrativa ya centenario. Moreno hace una labor encomiable al respecto en el libro que sirve como fuente. Lo que aquí se pretende es entender por qué la ciencia ficción no ha sido tenida en cuenta para reflexionar sobre las probabilidades de tener, por ejemplo, generaciones futuras adictas al cibersexo.
               
Capítulo 1)
La prostituta cibernética: Blondine-3 y Nanette.
                Considero muy importante rescatar la figura de la meretriz, que se representa en ambas obras con lujo de detalles. Blondine-3 y Nanette son prostitutas cibernéticas en sociedades distópicas para las cuales la modalidad de sexo virtual prepago es algo absolutamente normal y aceptado: "Una puta sex-exotic de última generación" (Marchesky, 2014, 95), "...valía la pena entrar en una trifulca por un acto sexual virtual con una puta asiática" (2017, 95).
                Tanto en Blondine como en Sentidos Alterados la imagen de la prostituta es asimilable a la de "abeja reina". Cantidades ingentes de varones desean tener una cópula virtual con ella, al punto de llegar a pugnar por conseguirlo (y aquí es notable cómo la narradora explota el instinto masculino de competencia), tal cual lo manifiestan fragmentos como:
 
De inmediato la rodearon todos los Nick conectados. Ella tenía la opción de "privado" bloqueada; le gustaba excitar en sala. La conversación se hizo rápida, las imágenes eróticas que largaba se hacían cada vez más fuertes. Todos querían poseerla, tener un rato de sexo con ella, no importaba cuánto dinero hubiera que cargar en la cuenta (2014, 98).
 
                La estrategia de insinuación es empleada por ambos personajes femeninos, logrando su objetivo indirecto de captar la mayor cantidad posible de hombres. En el fragmento anterior vimos que Blondine-3 se vale de un bloqueo de programa, opción que le facilita su juego sin tener que preocuparse por las molestias. Nanette empleará métodos más artísticos para conseguir resultados casi idénticos:
 
En pocos minutos, la música melancólica, dio paso a un ritmo electrónico y las rosas del vestido, saltaron hacia la multitud. Los hombres comenzaron una lucha por atrapar las rosas ya que en realidad eran la última versión de Nanette que, ajustadas a sus relojes electrónicos, los harían vivir una experiencia sexual inolvidable (2017, 95).
 
                En el imaginario de la autora las prostitutas tienen la capacidad de actualizar sus atributos, como si de un software informático se tratase. Acabamos de ver de qué manera Nanette brinda su última versión a los clientes. Blondine-3 (se puede inferir que esa terminación "-3" corresponde a su versión vigente) hará lo propio vendiendo su más reciente actualización en una sala de chat, a la que acude Ralph124C41+ con el propósito de copiarla ilegalmente para después venderla en el mercado negro: "Ralph124C41+ supo entonces que ésta era una actualización que valía la pena conseguir. La vendería con tan solo mencionar su nombre" (2014, 98).
                La mujer tiene un único rol en Blondine y en Sentidos alterados: el de objeto sexual. En el primer cuento sólo aparece Blondine-3 en medio de una corporación regida por varones, mas en el segundo se describen –deliberadamente "al pasar"– otras mujeres aparte de Nanette, que ejercen el mismo oficio (la prostitución) de diferentes maneras:
 
[...] Mujeres latinas, de anchas caderas y enormes senos eran ridiculizadas, como yeguas al matadero, en una orden de mal gusto. En contraposición hacían su entrada mujeres lampiñas, de una languidez increíble y estúpida mirada provocadora. Translúcidas de tan blancas, la boca pintada de rojo intenso, hacía que los hombres deliraran como una fruta jugosa donde colocar su humanidad (2017, 95).
 
                Desde una óptica psicológica, y relacionándolo con las teorías feministas, este papel invariable del género femenino ha sido destacado por Virginia Frade en el capítulo que escribió para Configuraciones del desvío (2017), el cual será debidamente tratado más adelante. 
 
Capítulo 2)
El consumidor de cibersexo: Ralph124C41+ y Drive.
                La lectura de Blondine y Sentidos alterados permite concluir que el cibersexo forma parte de la vida cotidiana de los varones del futuro. Es vital, para comprender la contundencia de esta aseveración, apreciar que la autora presenta a  Ralph124C41+ y a Drive rodeados de individuos en su misma condición. En el primer cuento ya vimos cómo la llegada de Blondine-3 provocó una agitación en el público masculino que ocupaba la sala de chat. A esto se puede agregar que el propio Ralph124C41+ tiene una cartera de clientes a quienes vende ilegalmente las actualizaciones que roba del programa Real Cyber Sex (RCS), como informa el siguiente extracto: "Él se ocupaba de compradores masculinos. Sabía qué era lo que ellos necesitaban y eso le facilitaba el trabajo" (2014, 93).
                En Sentidos alterados se nos habla de un evento en un local llamado "El Pavo Verde"; el show inicia como algo artístico, pero posteriormente adquiere tintes eróticos. La presentación de Nanette logra una concurrencia a todas luces multitudinaria:
 
Allá abajo y a su alrededor, la multitud en silencio escuchaba su voz de pájaro herido. Toda la escena bañada en luces difusas, hacía el ambiente irreal, como si los espectadores fueran un cementerio de almas amontonadas y grises a la espera de la salvación (2017, 95).
 
                Gracias a la red informática, la prostituta puede "clonarse" indefinidamente para satisfacer a muchos hombres a la vez, quienes –dinero mediante– acceden a un momento de intimidad con ella o, mejor dicho, con su imagen holográfica y las sensaciones físicas que les puede brindar mediante aparatos electrónicos. En Blondine la narradora describe la parafernalia tecnológica de Ralph124C41+ como un casco de realidad virtual, y en Sentidos alterados menciona relojes electrónicos en los que se puede descargar el software de sexo virtual, como si de una aplicación para nuestros actuales smartphones se tratase.  
                Dado que el cuento entero trata sobre el tema, es en Blondine donde encontraremos más alusiones a la naturaleza adicta al cibersexo de Ralph124C41+. En párrafos como el que transcribiré, la focalización múltiple de la narradora (Genette, 1998, 45-50) se centra en la perspectiva de él. Aquí se ilustran perfectamente los caracteres de una persona cuyos valores gravitan en torno a lo virtual:
 
A un hombre adicto a juegos sexuales como era él, una invitación de una nueva puta, aunque fuera virtual, era algo para no dejar pasar. Luego la investigaría a fondo y lograría la clave para clonarla, además de tener un momento de placer, que sería la envidia de todos los hombres de la sala (2014, 99).
 
                Con sólo leer este párrafo comprendemos que internet es para Ralph124C41+ la posibilidad de satisfacer su vicio, trabajar y vanagloriarse de ciertas victorias según su personalidad narcisista y competitiva.
                La cuestión sexual futurista sólo tiene en Sentidos alterados dos grandes párrafos en los que se desprenden algunos tópicos fundamentales para su análisis. Es necesario disponer de una percepción mayor para captar que Drive es habitué de locales nocturnos en los que el cibersexo forma parte del espectáculo. El primer párrafo que nos interesa comienza diciendo: "Drive metió las manos en los bolsillos de la gabardina y encontró un plástico holográfico con una invitación a un evento" (2017, 94) y poco más adelante prosigue delatando: "Recordó a Nanette, una prostituta de unos treinta años, como él, que había conocido hacía algunas noches en un bar" (2017, 94-95). Son indicios claros de la asiduidad que Drive mantenía con este tipo de lugares. Nada de lo que en ellos ocurra podría llegar a tomarlo por sorpresa, como lo demuestra su talante impasible al ingresar: "Un par de gorilas musculosos estaban en la puerta, mostró su invitación y sin mirarlos, entró" (2017, 95).
                El párrafo de Sentidos alterados citado es clave: nótese que el momento en que la narración empieza a tomar un tinte erótico es cuando el lector accede a información que hasta entonces no le estaba siendo confiada: el nombre y la edad de ambos, junto con los rasgos de Nanette, se agolpan repentinamente en pocos enunciados. A pesar de todo, la focalización no dejaría de ser interna según Genette (1998, 45-50). Antes de eso se apreciaba la interacción del protagonista (un sugestivo NN) con un hostil Montevideo futurista, tanto en su trabajo como puertas afuera. La invitación a una velada de placer sexual es lo que le otorga, por vez primera, rasgos identificatorios y emocionales deseablemente humanos: nombre, edad, y sensaciones de goce.
                Para finalizar con este capítulo, cabe destacar el detalle de que ambos personajes logran concretar la relación sexual virtual con la prostituta. En Blondine la descripción es vívida y explícita:
 
La observó, la tocó, pasó sus dedos y su lengua por ese cuerpo sintético y luego la poseyó. Con un rápido movimiento, Blondine-3 se colocó sobre él, lo apretó con las piernas y de cada uno de sus puntiagudos pezones emergieron sendas agujas que se hundieron en la carne de Ralph124C41+. Su cuerpo se inundó de un líquido que lo recorrió dejándolo insensible; la excitación fue sublime y logró tener otro orgasmo (2014, 100).
 
                En el caso de Sentidos alterados la mención es indirecta, tácita. Ya vimos que Nanette entregaba al azar la última versión de su software, por medio de unas rosas que los espectadores se desesperaron en alcanzar. "Salió nuevamente a la calle, sin su rosa" (2017, 95) deja entrever dos cosas: Drive pudo tomar una e hizo uso de ella inmediatamente.
 
Capítulo 3)
Aspectos en común en los cuentos y los informes españoles.
                Vale la pena profundizar en el alcance del concepto de cibersexo, para que se entienda cabalmente su multidimensionalidad. Téngase en cuenta que en el idioma inglés no existe un diccionario oficial como sí lo hay en el español gracias a la RAE, así que la antes citada definición del Oxford English Dictionary deberá ser ampliada a fines de facilitar la comprensión de este proyecto.
                Puede aseverarse que el término abarca una serie de actividades de índole sexual en las que el único factor común es el elemento tecnológico. "Cibersexo", entonces, comprendería por extensión a:
- El "uso de internet con objetivos de gratificación sexual" (Ballester Arnal et al., 2014, 508; y estos de Cooper y Griffin-Shelley, 2002, 1). La industria del cine para adultos es una de las más lucrativas y competitivas del mundo, y su principal canal de difusión es el ciberespacio. En el mundo del entretenimiento sólo es superada por la industria de los videojuegos. Se estima que, por sí sola, la pornografía mueve un 30% del tráfico de toda la web.
- El "Sexting" (contracción de sex y texting): la interacción con otras personas a través de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos, por medio de chats. Si bien esta modalidad comenzó como algo exclusivo para usuarios de PC –a través del e-mail o los programas de mensajería instantánea como Messenger–, en la actualidad se volvió más frecuente gracias a la expansión del smartphone y las redes sociales y aplicaciones como Whatsapp.
- El empleo de webcams para transmitir online actuaciones eróticas para uno o más individuos. Las "camgirls" y los "camboys" son trabajadores que posan o realizan actividades –que pueden ir desde un desnudo a directamente tener relaciones sexuales con otro– dirigidas por un cliente a través de un chat o micrófono. Incluso existe una modalidad para el público homosexual llamada "G4P" (siglas de Gay For Pay en el argot urbano angloparlante), en la cual personas heterosexuales (modelos, actores o actrices porno, fisicoculturistas, etc.) posan para clientes gays.
- La práctica de actos masturbatorios auxiliados con implementos tecnológicos e/o informáticos. Este es un punto controversial, pero que atañe directamente a la ciencia ficción. Ya existe contenido pornográfico para los modernos cascos de realidad virtual y lentes de realidad aumentada, que busca sumergir a los consumidores en experiencias sexuales 3D a 360 grados. Por otra parte, los adelantos en materia de robótica han convertido a las "sex dolls" en auténticas ginoides. Las más recientes muñecas sexuales (llamadas Fembots en Japón) son extremadamente realistas, y están equipadas con una Inteligencia Artificial y sensores que les permiten entablar conversaciones sencillas con sus dueños, reaccionar al estímulo de zonas erógenas, realizar expresiones faciales y movimientos programados, etc. No es de extrañar (y aquí entra en juego el estricto concepto de cibersexo) que en un futuro no muy lejano el propietario de uno de estos aparatos pueda descargar sus actualizaciones por internet mediante el pago online, de la misma forma que hoy se hace con los videojuegos de Playstation 4 y Xbox One. En el caso de los games (y a pesar de las críticas iniciales) ya está implantado el sistema de comprar un título que se lanza incompleto y luego se le descargan las actualizaciones, packs y extensiones que van saliendo después, de acuerdo con la recepción y los pedidos de los propios usuarios.
                Innumerables obras de ciencia ficción –no sólo literarias– ponen en juego las variantes que la tecnología podría brindar al sexo del futuro. Es allí donde son transgredidas las limitantes de lo que comúnmente se entiende por "cibersexo", dejando a entrever que es un concepto en permanente construcción. Los cuentos de Mónica Marchesky son una clara muestra de este aserto.
                Para sacar ciertas conclusiones que serán útiles en este inciso, Ballester y su equipo se basan en un artículo escrito por Julie M. Albright, el cual prefiero citar directamente por tener más contenido interesante:
 
Gender differences were revealed in sex-seeking behaviors online, with females more likely to be chatting about sex (‘‘cybersex’’) and males viewing erotic images or film. Perhaps chatting gives females the ‘‘relational context’’ of sex, by putting sex in the context of relating with another person. Males seem to find more sexual satisfaction online by steering away from this relational context, and instead they seek gratification through downloading and viewing pornography¹ (2008, 184-185).
 
                Blondine y Sentidos alterados presentan a dos personajes cuya conducta se acopla perfectamente a los resultados obtenidos por Albright en su estudio. Ralph124C41+ y Drive son descritos en decidida búsqueda de un acto sexual virtual e inmediato. Es notable también el hecho de que el cibersexo no es practicado como fin en sí mismo, sino como medio de obtener ganancias posteriores (en el caso de Ralph124C41+) o de esparcimiento tras una agotadora sesión de borrado mnemónico (en el caso de Drive).
                La inmediatez de la consumación del cibersexo es latente en ambos textos literarios, en los cuales hay enunciados claves que reflejan el interés de los personajes masculinos en obtener una rápida satisfacción de su deseo.   
 
No se sucedieron las preguntas y respuestas clásicas de todo chat, vacías, mentirosas, dando señales falsas la mayor de las veces. Ella le estaba enviando señales directas, el sólo hecho de haber entrado a un privado con él ya era motivo para tantear su billetera y tomar una decisión (Marchesky, 2014,99).
 
                Y poco más adelante:  "Blondine-3 le indicó la clave para entrar a su sala privada, se verían en la intimidad y tendrían sexo" (2014,99).
                Es natural que en Blondine, un cuento centrado en el sexo virtual, aparezcan más detalles de la temática que concierne a este proyecto. En Sentidos alterados sólo hay dos extensos párrafos dedicados al tema, en los que la riqueza del lenguaje de la narradora permite encontrar alusiones que también denotan el comportamiento ansioso de Drive, como por ejemplo la ya citada "Salió nuevamente a la calle, sin su rosa" (2017, 95), que demuestra que concretó el acto ni bien estuvo dentro de sus posibilidades hacerlo.  
                Los artículos de Ballester Arnal y su equipo han analizado la cuestión del cibersexo y sus consecuencias en los adolescentes. En uno de ellos se examina el aspecto llamado "Exposición Involuntaria", que es la realidad de que muchos internautas acceden a material audiovisual pornográfico en las redes sin que ese sea su objetivo principal, por medio de enlaces, pop-ups y otras ventanas emergentes que lo redirigen a páginas con contenido para adultos. La preocupación ante este "consumo accidental" de cibersexo apunta a los
efectos que el mismo podría tener en la percepción de los púberes acerca de la sexualidad, en
un momento tan sensible como lo es el despertar de la misma.
                La realidad de la aparición de publicidad web que invita o directamente expone al usuario a contenido "XXX" puede adquirir ribetes geopolíticos, ya que no en todas las regiones se controla de igual manera. Ballester Arnal y equipo comparan sus resultados con los obtenidos por otros especialistas en diferentes partes del mundo:
 
En EE.UU. existe una regulación restrictiva de los contenidos legales e ilegales en Internet que además es bastante punitiva con este tipo transgresiones [sic]. Por el contrario en Europa existe mucha menos legislación al respecto, lo que facilita
 
¹ Las diferencias de género fueron reveladas en las conductas de búsqueda de sexo en línea, con mujeres más propensas a conversar sobre el sexo ("cibersexo") y hombres viendo imágenes eróticas o películas. Quizás el chat le da a las mujeres el "contexto relacional" del sexo, al poner el sexo en el contexto de relacionarse con otra persona. Los hombres parecen encontrar más satisfacción sexual en línea alejándose de este contexto relacional, y en su lugar buscan gratificación mediante la descarga y visualización de pornografía. (La traducción es mía).
que se den este tipo de situaciones. En Australia, donde la regulación es tanto o menos restrictiva que la nuestra, el porcentaje de EI [Exposición Involuntaria] es bastante similar al encontrado en nuestra investigación (Flood y Hamilton, 2003) (2014, 524).
 
                Una de las conclusiones obtenidas en el artículo de Ballester Arnal y equipo expresa que un porcentaje importante de adolescentes hoy en día no se manifiesta contrario al uso de cibersexo. De esto se puede interpretar que sus posteriores encuentros involuntarios con la pornografía, acaecidos mientras navegan por la web, no les afectarán de la misma manera que a sus congéneres que aún no se han encontrado con él.
 
Lo que sí es muy significativo es que el 58.7% de los adolescentes que han consumido cibersexo valoren esta experiencia como positiva frente al 19.4% de los que nunca han sido expuestos voluntariamente. Quizás de ahora en adelante no sólo debamos hablar de que los jóvenes que han consumido pornografía son menos vulnerables a los efectos de la EI, sino que además son también más propensos a valorar dicha situación como positiva o incluso a extraer de ella ciertos aprendizajes (2014, 525).
 
                El otro estudio de los especialistas españoles encontró correspondencias entre adicción a internet, cibersexo y consumo de alcohol. La mediación de la informática en las relaciones personales de los jóvenes tiene como resultado una mayor cantidad de tiempo invertido en el uso de aparatos diseñados para tal fin (PC, tablet, notebook, smartphone), lo cual puede contribuir a que también deseen experimentar su sexualidad a través de ellos. Las consecuencias derivadas del abuso de internet pueden llegar hasta a la adicción, y los estudios actuales a nivel etiológico dan un paso adelante: 
 
Precisamente una de las teorías que va cobrando fuerza a la luz de estos hallazgos es que la adicción al cibersexo es equivalente a cualquier otra adicción a una sustancia tóxica (p.e. el alcohol) o incluso a otros comportamientos nocivos como la adicción a Internet o a la comida (2014, 509).
 
                En definitiva, la adicción al cibersexo es un peligroso hábito con el que además las personas pueden desarrollar otras adicciones más conocidas y estudiadas, como el alcoholismo. La conclusión de este segundo artículo deja necesariamente la puerta abierta a profundizar más sobre esta problemática tan actual:
 
[...] en efecto, existe una alta relación entre la adicción a Internet y al cibersexo, y que estas a su vez se relacionan en mayor o menor medida con actitudes hacia el consumo de alcohol, motivos o incluso con indicadores directos de consumo. Estos hallazgos confirmarían la teoría de que existe un sustrato común a todas las adicciones, ya sean las clásicas adicciones tóxicas o bien las conductuales (2014, 512).
 
                Tras la anterior aportación de una base académica se puede volver al análisis de Blondine y Sentidos alterados, y localizar rasgos conductuales propios de un adicto al cibersexo en sus personajes masculinos. En este mismo capítulo se demostró que, según los resultados obtenidos por Albright, los hombres que practican cibersexo suelen alejarse del "contexto relacional" que un contacto sexual natural inevitablemente conlleva, tendencia que queda manifiesta en la personalidad solitaria de Ralph124C41+ y Drive. El primero lleva un estilo de vida huraño, situación que había empeorado últimamente: "Hacía una semana que estaba con "RCS", y en lugar de darle luz a su vida, se había transformado en una obsesión" (Marchesky, 2014, 94). Drive sólo tiene oportunidad de interactuar con su hermano Tjor, pero la vaguedad de sus diálogos denotan que la comunicación vívida y real es incierta; además, el origen artificial de su nacimiento y crianza les impide tener una relación normal: "Se reconocían idénticos, pero no se sabían hermanos" (2017, 98-99).
                Los efectos de la Exposición Voluntaria e Involuntaria que estudiaron Ballester Arnal y  equipo son totalmente trascendidos en los textos de Marchesky, y sólo se puede ver el accionar de dos hombres habituados a la práctica consentida de cibersexo. Como se dijo y se citó anteriormente, en la sociedad del futuro parece ser una actividad normal y aceptada.
                Las relaciones entre la adicción a la internet y el cibersexo están presentes en Blondine de forma expresa cuando uno de sus párrafos comienza: "A un hombre adicto a juegos sexuales como era él..." (2014, 99). El consumo de bebidas alcohólicas se aprecia en tres párrafos de Sentidos alterados, en los que se describe a Drive muy a gusto en "el bar de siempre" (2017, 96), y cierta predilección por "su trago azul, como siempre" (2017,101), bebida futurista en la que "se manifestaban imágenes de galaxias" (2017, 98).
 
Capítulo 4)
Hipersexualización en la ciencia ficción: ¿cuestión de género adyacente?
                Para redondear lo declarado en el título de este proyecto, el presente capítulo intentará analizar el rol de la mujer en Blondine y Sentidos alterados, en particular la sobresaliente caracterización de la mujer prostituta. Para ello me valdré de los comentarios de Virginia Frade, hallados en un capítulo de Configuraciones del desvío. A pesar de que ese texto versa sobre Blondine y La tía Eulalia (cuento también de la autoría de Marchesky, publicado en Ruido Blanco 4 y desestimado para este proyecto por no tratar de cibersexo), procuraré hallar semblanzas con Sentidos alterados, que vio la luz el mismo año que se editó Configuraciones del desvío.  
                La objetivización se extenderá a todo personaje femenino que aparezca en ambas obras. En Blondine la narradora no escatima en descripciones acerca del aspecto hipersexualizado de Blondine-3. Los atributos de Nanette y las otras mujeres que ejercen la prostitución en las calles del Montevideo futurista son presentados de forma similar en Sentidos alterados, como ya se sugirió en los últimos párrafos del capítulo 1) de este proyecto. Blondine-3 abundará en caracteres estereotipados en su primera aparición:
 
La puerta se abrió lentamente como todas las veces, pero esta vez tenía un brillo especial; en el umbral se dibujó la figura de Blondine-3. Increíblemente atractiva, con un body ajustado al cuerpo de color verde musgo que marcaba sus curvas, una peluca despareja también de color verde, unos ojos gatunos amarillos y toda ella subida a unos tacones aguja que hacían que su cuerpo se contoneara como una gata en celo (Marchesky, 2014, 90).
 
                Frade encuentra en cuadros como este uno de los tópicos más recurrentes de las teorías que derivan del feminismo: la cosificación de la mujer. Señala la sustancia cyberpunk en la que gravita puntualmente Blondine (Frade, 2017, 43), pero que también se puede hacer extensivo a la composición de Sentidos alterados. Se basa en los comentarios de Jamaluddin Aziz para evidenciar aspectos de índole sexista presentes en obras cumbres del mencionado subgénero de la ciencia ficción:
 
[...] varios críticos sostienen que la literatura cyberpunk ha sido, en general, escrita por hombres (blancos), y desde un punto de vista masculino, lo cual ha generado críticas de corte feminista que ven en este subgénero una exacerbación de la masculinidad, así como también visiones misóginas en cuanto a divisiones de género (2017, 40).
 
                Aunque no tiene sentido discrepar con la esencia de lo descrito por Aziz, vale hacer una salvedad, ya que en este caso la generalización no favorece la comprensión de algunas sutilezas importantes. Los elementos pretendidamente sexistas del cyberpunk son mucho más detectables en los contenidos audiovisuales que en la narrativa. El antihéroe masculino de las novelas es quien precisamente le hace honor al término cyberpunk ("punk" entendido como "persona sin valor" o "rotoso"): suelen ser hackers o electrotécnicos marginales, adictos y de mal semblante, aspectos nada elogiosos encarnados en el icónico Case, de Neuromancer. La mujer, en cambio, es la verdadera heroína en la que se conjugan la determinación y la frialdad para cometer actos de valor o sofisticados crímenes: Molly Millions es la contracara –también icónica– que aparece por primera vez en el cuento Johnny Mnemonic y luego en las novelas Neuromancer y Mona Lisa Overdrive. En el mundo del cine y el cómic o manga sí es posible hallar a la mujer relegada al papel de "damisela en apuros": Rachael, del clásico cinematográfico Blade Runner, y Jane (versión descafeinada de Molly Millions) del film Johnny Mnemonic. La hipersexualización de la imagen femenina prevalece en cómics como Transmetropolitan y mangas como Ghost in the Shell.
                Mucho me hubiera servido contar con el texto completo de Aziz, para basarme en la fuente original, pero de todas maneras las aclaraciones hechas permiten enfocar mejor la óptica de este proyecto. En definitiva, si volvemos a Blondine y Sentidos alterados y los examinamos en base a lo sostenido por Frade, se los puede considerar como una parodia de Marchesky a la estética cyberpunk, ya que siendo mujer la autora no abandona la perspectiva masculina. De hecho, la exagera.
                Muy interesante para este apartado será rescatar otro análisis literario de Frade, en el cual descubre los estereotipos de femme fatale presentes en descripciones que la narradora hace de Blondine-3, reflejando un rasgo de la psicología masculina (a caballo de sus debilidades y fantasías eróticas) que lleva a la protagonista a cumplir su cometido, o, en realidad, el de la empresa para la que trabaja. Continuando con la notable percepción de Frade, trasladaré sus conclusiones al párrafo de Sentidos alterados que enumera varios atributos de Nanette y que refleja otro rasgo de lo inconsciente en la sexualidad del hombre.
                Véase la caracterización de Blondine-3 y su efecto sobre los varones:
 
Entonces se presentó enfundada en un traje de látex negro, con una peluca también negra con mechones rojo sangre. Senos al aire, ajustados por un corsé. Poco importaba si era bella o si era joven, el placer venía en un buen envase y eso era por lo que pagaban para satisfacción personal (Marchesky, 2014, 98).
 
                Ahora, Nanette:              
               
[...] allá arriba, sobre un pedestal, estaba la mujer, con un vestido blanco ajustado al cuerpo y salpicado de rosas rojas. Un tocado de plumas blancas y verdes, artificiales, coronaban la cabeza castaña de cabellos sueltos hasta la cintura. Toda ella era una especie de muñeca que se mantenía tiesa sobre unos treinta metros. Allá abajo y a su alrededor, la multitud en silencio escuchaba su voz de pájaro herido. Toda la escena bañada en luces difusas, hacía el ambiente irreal, como si los espectadores fueran un cementerio de almas amontonadas y grises a la espera de la salvación (2017, 95).
 
                Sobre el párrafo de Blondine, Frade destaca la prevalencia de los colores negro y rojo sangre, que le confieren al personaje "un carácter de vampiresa, lo cual refuerza la imagen de la mujer fatal, objeto de deseo que personifica la destrucción a través del dominio sexual..." (Frade, 2017, 46). A esto me gustaría agregar mi valoración del párrafo de Sentidos alterados que describe a Nanette como una seductora que se vale de otro arquetipo: la inmaculada inocencia de un ser celestial. En esta interpretación, el vestido blanco representaría pureza; el cabello suelto hasta la cintura, virginidad; la "voz de pájaro herido", fragilidad; pero las rosas rojas pueden ser identificadas con la pasión, que en efecto se materializa luego al servir las rosas como medio para tener cibersexo. La imagen de virgen redentora de Nanette se incrementa al ser situada por la narradora "allá arriba" y siendo ardientemente deseada por un público masculino ubicado "allá abajo".
                Blondine-3, con su figura vampírica; y Nanette, con su aparente fragilidad, representarían estándares de lo sexualmente deseable por los varones del futuro. Para Frade, el rol de la mujer en los citados cuentos de Marchesky es el de bien de uso, que va desde el objeto de placer hasta el arma mortal (porque Blondine-3 elimina de la red a Ralph124C41+, por orden de RCS). La desvinculación del placer del sexo con el relacionamiento personal, tendencia mayoritaria en hombres según vimos en los trabajos de Ballester Arnal y equipo, se amplifica en la ilusión de esos mundos virtuales a los que la ciencia ficción nos va preparando.
 
5) Conclusiones y valoraciones personales
 
No sólo las personas podrán tener sexo estando en diferentes locaciones, tendrán la habilidad de alterar quiénes son y quién es su pareja. En la realidad virtual no tienes que habitar el mismo cuerpo que tienes en la realidad. [...] Podrías transmitir una versión idealizada de tu pareja o ella podría alterar cómo quiere que tú seas. Si te cansas de tu pareja, puedes convertirla en otra persona o transformarte.
Ray Kurzweil¹, en entrevista a Playboy (19/4/2016)
 
                Como puede comprobarse, la irrupción del elemento tecnológico (en concreto el internet) ha sofisticado el ejercicio del erotismo, suplantando progresivamente en la búsqueda de nuevos placeres a la imaginación. Asimismo, la falta de control parental y gubernamental sobre el contenido "+ 18" al que acceden los menores en la web está contribuyendo a que muchos de ellos tengan por ese medio su primer acercamiento a la sexualidad.
                Siendo que todo avance humano tiene por fin mejorar el nivel de vida del individuo, los riesgos que acarrea el abuso del cibersexo en la sociedad (cada vez más globalizada y hedonista) despiertan alertas en académicos y escritores alrededor del mundo. La imparable expansión de Internet deja a su paso nuevos estilos de vida, lenguajes y formas de transmitir conocimiento, marcando a fuego a una generación: los "nativos digitales". Es preciso reconocer que los adolescentes (más que nada los varones) son propensos al nocivo hábito del abuso de cibersexo, efecto secundario de la adicción a un sistema en el que creen operar con libertad.
                Buscando datos sobre el despertar sexual en la infancia, encuentro que la empresa de seguridad informática Symantec Corporation (creadora del famoso antivirus Norton) realizó en 2009 un estudio de las búsquedas realizadas por niños y estableció un ranking, en el cual la palabra "sexo" ocupa el cuarto puesto y "porno" el sexto. Mientras escribo estos párrafos me llega por varias fuentes informáticas la noticia de una joven australiana que subasta su virginidad en internet.
                La hipersexualización es un fenómeno que acompaña en toda su extensión al cibersexo, y está presente en el multimedia a tal punto que le es difícil a un ciudadano cualquiera evitar la exposición involuntaria. Es evidente que la principal implicada en esta realidad es la imagen de la mujer, alrededor de la cual orbitan costosas campañas publicitarias, estándares de belleza, producciones artísticas mainstream, y una industria de pornografía y cibersexo en general que arroja ganancias millonarias. Internet es sin lugar a duda el medio líder de difusión de tendencias.
                La tecnología se presenta también como una forma de aportar posibles soluciones a la crisis actual de la masculinidad. El enfrentamiento con las teorías feministas y/o de género está presente en innumerables páginas web, redes sociales y canales de YouTube.
                La llamada "Manosfera" (del anglicismo Manosphere) es un conglomerado de blogs, foros y sitios web que intenta reunir material de consulta sobre temas relacionados con el
hombre y su rol en la actualidad. En ella, cada vez gana más adeptos la filosofía MGTOW (siglas de Men Going Their Own Way), que promueve exclusivamente a través de internet el 
¹ Inventor, músico y tecnólogo estadounidense, experto en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial. Actualmente es Presidente de Kurzweil Technologies, Inc. y Director de la Singularity University en Silicon Valley. Es uno de los "tecnogurús" más famosos y controversiales, a la vez que referente indiscutido del transhumanismo.
perfeccionamiento personal para el varón moderno, lejos de las relaciones sentimentales con las mujeres y el matrimonio.
                En Japón, y motivado por sus particulares características socioeconómicas, los "hombres herbívoros" (sōshoku-kei danshi) son considerados por el gobierno nipón como un problema social, y los principales causantes de la baja tasa de natalidad del país. Son jóvenes que se reconocen sin interés sexual por las mujeres, y suelen recurrir a variadas formas de entretenimiento como los videojuegos, el anime y la pornografía.
                La banalización de la sexualidad femenina puede llevar a extremos de percepción, que van desde bajas autoestimas hasta el desarrollo de Trastornos de Personalidad Narcisista. Casos como el de los MGTOW y los sōshoku-kei danshi abren las puertas a la práctica vitalicia del cibersexo (dentro del cual contamos a las muñecas sexuales con IA) en los hombres.
                Las peores consecuencias de una futura sociedad hipersexualizada y con potencial adicción al cibersexo podrían ser el declive de microeconomías, el descenso en los rendimientos estudiantiles y laborales, la propagación de personalidades psicopáticas, la multiplicación de casos de abuso sexual y pedofilia, etc. Cuánto podrá afectar el cibersexo a las generaciones del mañana es una cuestión que Ballester Arnal y equipo atienden desde sus artículos académicos y Mónica Marchesky desde sus textos literarios. Dentro de un debate ya instalado, considero que la ciencia ficción puede cumplir un rol fundamental para advertir al grueso de la población sobre un tema tan actual como preocupante.
                Hasta ahora el cibersexo, práctica adjunta al uso excesivo de internet, no es un tema de estudio o discusión en los ámbitos académicos y los medios nacionales. La realidad informática de nuestro país demuestra que la inminencia del problema del cibersexo no es un asunto para tomar a la ligera. Según un informe de El País, un estudio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones ubica al Uruguay como el país del continente con más conexiones fijas de banda ancha, más suscripciones de banda ancha móvil, más hogares con internet y más personas conectadas a la red per capita. La página web de Antel recoge un estudio de la Comisión Económica para América Latina, que posiciona a Uruguay como el país más igualitario en acceso a internet del continente.
                En mi opinión, la literatura que trate acerca del futuro del sexo debería promover la reflexión ante tópicos tan aparentemente inamovibles como la mujer objeto de deseo. Dentro de escenarios que aprueben tales valoraciones, la clásica figura del héroe masculino se hace cada vez menos creíble, y se acerca más a decadentes fracasados como Ralph124C41+ o alcohólicos esclavos de condiciones laborales inhumanas como Drive. En esta sutileza reside la excelencia del aspecto que decidí analizar en la obra de Marchesky. La ciencia ficción debe abandonar ese lugar secundario que ocupa en el mundo del arte y colocarse a la vanguardia, porque es un género cuya esencia plantea nuestra incertidumbre ante el mañana. 
6) Final: Entrevista a Mónica Marchesky
Alfredo Ubal -  La ciencia ficción, ¿sigue siendo o ya dejó de ser marginal en el mundo del arte?
Mónica Marchesky - Hay una reivindicación del universo de la ciencia ficción en el mundo. Es una toma de conciencia de que algunas teorías presentadas en novelas o guiones del género, no están muy lejos de la realidad. La ciencia ficción en los años 60 y 70 fue asumida como cine catástrofe; y más aún, anteriormente, Edgar Rice Burroughs, en los años 30 con su serie de Venus, donde presentaba hermosas doncellas secuestradas por horrendos alienígenas, marcó una época. Todos estos ejemplos hicieron un género atractivo, pero poco serio y se lo dejó en la marginalidad. Creo que el fenómeno de la ciencia ficción fue tomando otros ribetes, fue madurando; se están aplicando muchas teorías científicas, matemáticas y filosóficas.
Se está trabajando con el tiempo y el espacio, con la física cuántica. Se distingue una cantidad de espacios como el ciberpunk, steampunk, diselpunk, solo por mencionar algunos. Lo bueno de estos subgéneros es que no solo se dan en el cine y la literatura, sino también en el arte, en la moda, en la forma de encarar el futuro. Las historias especulativas. ¿Qué pasaría si? Van tomando espacio, el dilema de los derechos de los clones y de los robots se está trabajando en una cantidad de textos. Yo formo parte de un proyecto junto con el escritor Alvaro Bonanata, que se llama “Ruido blanco” que es una publicación de ciencia ficción de autores uruguayos.
También escribo para una revista virtual Teoría Ómicron de Ecuador artículos de cine y además formamos parte de una red de escritores del género en Latinoamérica. Con lo poco expuesto contesto tu pregunta: Sí, la ciencia ficción dejó de ser marginal en el mundo del arte.
 
A U - ¿Es el fenómeno del sexo virtual algo que deba preocupar a las generaciones actuales y/o futuras?
M M - He dado algunas conferencias al respecto de “sexo virtual”. Es preocupante, pero ¿en qué punto es preocupante?, en el punto de las relaciones entre pares. Ya que estás con el tema de Blondine y Nanette, dos ejemplos de mujeres que representan un tópico social, te cuento que para Blondine tuve que entrar en distintos chats y ver la reacción del otro que está del otro lado de la pantalla. Blondine es un software de una prostituta inteligente que atrapa a ciber-delincuentes. Debo confesarte que muchas de las imágenes de Blondine, fueron dadas por alguien del otro lado que tenía fantasías sexuales con el avatar utilizado por mí. En cuanto a Nanette, como el ambiente es ciberpunk, que ya de por sí es frío y desnaturalizado, la puse en un lugar inaccesible para las almas que esperan hambrientos una actualización sexual.
A U - En su opinión, ¿puede la ciencia ficción actual advertir al lector sobre la problemática del cibersexo?
M M - El cibersexo no es malo, pero tampoco es bueno. No es malo porque le damos autonomía a un avatar para hacer lo que queramos, para sentir lo que queramos. Vivimos nuestra fantasía sexual sin límites, sin censuras. Se utiliza el texto, pero también la cámara y fácilmente se puede llegar a un orgasmo a través del cibersexo. Puede que al día siguiente no recordemos cual era el avatar con el cual tuvimos la experiencia, o puede que ese avatar hoy sea otro, eso no importa, porque los límites del cibersexo están bien marcados: No importa quien esté del otro lado de la pantalla, siempre que me dé satisfacción, porque además sé que no deberé pasar a un segundo plano. ¿Cuál es el segundo plano? El del conocimiento cara a cara. Si esto pasa, deja de ser cibersexo para transformarse en una cita a ciegas o algo por el estilo.
Y no es bueno, porque con la práctica asidua del cibersexo, dejamos de lado las relaciones personales. Disfrutamos más, o nos sentimos más cómodos haciendo el amor con un avatar que con una mujer o un hombre. Y es en este punto donde la ciencia ficción aplica la advertencia hacia los jóvenes. La visión de géneros, femenino, masculino, está desvirtuada en estos últimos tiempos con la incorporación del transexualismo y todos los subgéneros que conlleva. Se hace un tanto difícil la relación de los jóvenes entre ellos mismos, pero sí puedenrelacionarse fácilmente con un avatar de prostituta, por ejemplo. Porque al no poder llegar a una mujer (que son los casos citados) llegamos a un avatar, que es más sencillo. Por lo que
estamos fuera de la realidad.
 
A U - ¿Qué posibilidades tiene el cibersexo para la creación literaria (o en otras ramas del arte) de ciencia ficción?
M M - Creo que esta pregunta ya está contestada cuando te comenté la investigación que necesité hacer para Blondine. Me di cuenta que el estereotipo de la mujer sexualmente atractiva y prostituta, es el que más está dentro del mundo del hombre, y fueron las características que le puse a Blondine. Todo surgió de un chat y sirvió para la creación literaria. Hay otra característica del cibersexo que podría aplicarse a tu pregunta y es que, si estamos investigando, no es necesario “entrar en clima”, solo buscamos la reacción del otro que está
del otro lado de la pantalla y listo. Creo que es una de las formas más sanas de la creación literaria. Porque, cuando se está en un chat, se ven avatares y no caras o nombres, ya que no son necesarios. Todo es válido, incluso la mentira y el engaño.
A U - ¿Cree que la realidad concerniente a la vida sexual de Ralph124C41+ y Drive será la misma de muchos en un futuro?
M M - Sí, sin duda. Como me preguntas por las reacciones de los personajes masculinos con respecto al sexo en un futuro, te digo que sí. Para el hombre va a ser muy difícil acercarse a una mujer sexualmente. Por la sencilla razón de que las mujeres no son perfectas. Ahí habrá un gran dilema existencial. El deseo del hombre será tener una prostituta en su cama, un prototipo de mujer inalcanzable, un ideal (como ya se está dando con las muñecas sexuales) y el deseo de la mujer será que no querrá ser tratada como tal, además, difícilmente pueda
llegar al nivel de perfección de las muñecas, entonces va a haber una línea de separación, donde no hay otro conocimiento cercano que hacerle el amor a una prostituta virtual, un clon, un robot, una muñeca.
A U - Mujer objeto sexual y hombre esclavo del cibersexo y el trabajo alienante: ¿el futuro ofrecerá posibilidades de llevar una vida íntegra?
M M - En ambos ejemplos tratados, tanto en “Blondine”, como en “Sentidos alterados” ambas mujeres son prostitutas cibernautas, porque a Nanette no la tocan, solo se matan por sus actualizaciones sexuales. Los personajes son hombres con un trabajo alienante. En el futuro de los dos cuentos, el sexo de los hombres será a través de ese estereotipo, tan viejo como los tiempos, de la imagen de una mujer capaz de sacar los secretos más oscuros de mi sexo. La imagen de la mujer-sexo quedará reducida a un objeto sexual. Porque el relacionamiento con sus pares femeninas, será practicar tiro al blanco, asumir situaciones estratégicas para atacar al enemigo, contener el intento de fuga de Marte o vigilar los misiles que se dispararán hacia Neptuno.

Cierre: comparación de las conclusiones y valoraciones personales con las respuestas de la autora.
                Uno de los fines que perseguía la entrevista a Mónica Marchesky era determinar si mi interpretación de su pensamiento y sus obras se acerca a la visión que tiene del estado de las cosas. Obtuve mucho más que eso: dejaré que quien lo lea saque sus propias conclusiones.
                Está claro que para Marchesky la ciencia ficción no es un género marginal, como sí lo es para mí. Su respuesta se fundamenta en la cantidad de subgéneros que han surgido a lo largo de la historia, renovando la propuesta y ganando múltiples creadores y adeptos incluso en Latinoamérica.
                Respecto a los problemas del cibersexo sí se puede ver que la coincidencia existe, y que un aspecto que preocupa a la autora es la pérdida del relacionamiento personal (el "contexto relacional" de Albright), que aparenta tener como principal beneficiario al hombre pero en realidad desvirtúa su percepción del ser femenino real, y lo lleva a un ideal artificial inalcanzable.
                Compartimos también la inquietud ante la posibilidad de que el contacto erótico entre los individuos tenga siempre como mediador el elemento tecnológico.
                El aporte que Marchesky obtuvo gracias al chat con un desconocido –que dio como resultado a Blondine– demuestra con claridad que la ciencia ficción ya no necesita viajar por las estrellas para elaborar un discurso narrativo. Nótese cómo concuerda con lo sugerido por mí en el capítulo 4), que halla peculiar el vínculo narradora/autora ya que, siendo mujer la autora, la narradora no abandona la perspectiva marcadamente masculina. 
                Tan sólo las fantasías de un hombre provisto de teclado y pantalla bastan para generar historias de futuros posibles cuya veracidad cautive a los lectores y, quizá más importante, lo motiven a reflexionar acerca de su propia condición humana.

BIBLIOGRAFÍA
 
Albright, J. M. "Sex in America Online: An exploration of sex, marital status and sexual identity in Internet sex seeking and its impacts" en Journal of Sex Research. Vol 45, N°2, 2008. 175-186.
 
Ballester Arnal et al. "Internet, cibersexo y consumo de alcohol: estudio preliminar en adolescentes" en International Journal of Developmental and Educational Psycholog. INFAD Revista de Psicología, Vol 1, N°1, 2014. 507-515. 
 
Ballester Arnal et al. "Exposición involuntaria: impacto en usuarios y no usuarios de cibersexo" en International Journal of Developmental and Educational Psycholog. INFAD Revista de Psicología, Vol 1, N°1, 2014. 517-526.
 
Cooper, A. y Griffin-Shelley, E. "The internet: The next sexual revolution" en Sex & the internet: A guidebook for clinicians, A. Cooper (editor). New York: Brunner-Routledge, 2002. 1-15.
 
Flood, M. y Hamilton, C. "Youth and pornography in Australia: evidence on the extent of exposure and likely effects" en The Australia Institute, Discussion paper N°52, 2003.
 
Frade, Virginia. "Territorios virtuales femeninos en `Blondine´ y `La tía Eulalia´ de Mónica Marchesky" en Configuraciones del desvío. Estudios sobre lo fantástico en la literatura latinoamericana. Montevideo: Tenso Diagonal Ediciones, 2017. 37-52.
 
Garrido, Miguel Ángel. Nueva introducción a la Teoría de la Literatura. Madrid: Síntesis, 2004 (1° ed. 2000).
 
Genette, Gérard. Nuevo discurso del relato. Marisa Rodríguez Tapia (Trad.)Madrid: Cátedra, 1998.
 
Marchesky, Mónica. "Blondine" en Ruido Blanco 2. Cuentos de ciencia ficción Uruguaya, Mónica Marchesky (compiladora). Montevideo: MMEDICIONES, 2014.
 
Marchesky, Mónica. "Sentidos alterados" en Ruido Blanco 5. Cuentos de ciencia ficción Uruguaya, Álvaro Bonanata y Mónica Marchesky (compiladores). Montevideo: MMEDICIONES, 2017.
 
Moreira, Mariana. "La narrativa de Mónica Marchesky en diálogo con los temores del hombre actual." en Tenso diagonal, N°03, mayo 2017. 167-170.
 
Moreno, Fernando Ángel. Teoría de la Literatura de Ciencia Ficción: Poética y Retórica de lo Prospectivo. Vitoria-Gasteiz: Portal Editions, S.L., 2010.
 
Semiglia, Alicia. "Invitación a un pacto de Ciencia ficción." en Tenso diagonal, N°01, abril 2016. 266-269.
ENLACES de citas web
 
- Definición de cibersexo:
"Definition of cybersex in English", en https://en.oxforddictionaries.com/definition/cybersex. (Última consulta: 25/11/2018)
 
- Epígrafe:
"Futurist Ray Kurzweil talks to Playboy about living forever and how technology will transform sex", en https://www.geekwire.com/2016/ray-kurzweil-playboy-interview/. La entrevista completa puede leerse (previa suscripción) en https://www.playboy.com/read/playboy-interview-ray-kurzweil. (Última consulta: 25/11/2018)
 
- Noticias e informes:
"Sex, Porn, Team Jacob, and Michael Jackson Make Norton's 100 Top Kids' Online Searches of 2009", en https://www.symantec.com/about/newsroom/press-releases/2009/symantec_1217_01. (Última consulta: 25/11/2018)
 
"Internet pone a Uruguay a nivel de Italia y Canadá", en https://www.elpais.com.uy/vida-actual/internet-pone-uruguay-nivel-italia-canada.html. (Última consulta: 25/11/2018)
 
"La Cepal posiciona a Uruguay como el país más igualitario en acceso a internet de América Latina", en http://www.antel.com.uy/web/en-el-mundo/la-cepal-posiciona-a-uruguay-como-el-pais-mas-igualitario-en-acceso-a-internet-de-america-latina. (Última consulta: 25/11/2018)
 
"Una joven de 18 años subasta su virginidad en Internet", en https://www.lavanguardia.com/vida/20181122/453096222385/joven-subasta-virginidad-internet.html. (Última consulta: 25/11/2018)
bottom of page